Los perros de seguridad son aquellos que se utilizan para trabajar con las agentes de seguridad, tanto públicos como privados, y con las fuerzas del estado. Estas perras también son llamados perros policías o de trabajo.
Estos animales son clasificados según para lo que hayan sido adiestrados en:
- Perro de Búsqueda de Explosivos.
- Perro de Búsqueda de Drogas (estupefacientes).
- Perro de Guarda de Recinto.
- Perro de Vigilancia.
- Perro de Intervención (manifestaciones, disturbios, etc.)
Servicio Cinológico
El Servicio Cinológico [1] es el órgano encargado de la utilización del perro policía en la Guardia Civil.
La primera vez que la Guardia Civil es autorizada para la utilización del perro policía es en el año 1948 [2], aunque los perros ya se usaban con anterioridad a este año en misiones policiales y de vigilancia.
A partir del 31 de marzo de 1949 se empieza a utilizar también a los perros en puestos y destacamentos.
En abril de 1951 se crea la Escuela de Adiestramiento de Perros policía de la Guardia Civil, ubicada en El Pardo (Madrid). Siendo el primer centro de adiestramiento de perros policías que dispuso España, derivándose de él el resto de Escuelas policiales y del Ejército.
En el año 1982, la Guardia Civil crea el Servicio Cinológico con el fin de utilizar a estos animales adiestrándoles para hacer parte del trabajo de la Guardia Civil.
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Centro de adiestramiento de perros
Este centro es el responsable de la enseñanza de la especialización dirigida al personal que se integre en las unidades operativas, además de capacitar a guías de perros para labores docentes de adiestramiento.
En este Centro se instruyen a las futuras Guías de Perros y se adiestran a las perras policías de la Guardia Civil distribuidas por todo el territorio Nacional.
El período de formación dura 5 meses aproximadamente y es de periodicidad anual [3].
Los cursos que se imparten en el centro son:
- Perros de Seguridad y Rescate, con subespecialidades de:
- Seguridad y protección a personas y edificios.
- Búsqueda de personas sepultadas por avalanchas de nieve.
- Búsqueda de personas sepultadas en catástrofes naturales como, terremotos, inundaciones, derrumbamiento de edificios, etc.
- Búsqueda de personas en grandes áreas o espacios abiertos.
- Perros Detectores de Explosivos.
- Perros Detectores de Drogas, con subespecialidades de:
- Perros detectores de alimentos de riesgo. (Experimental).
- Perros identificadores de personas. (Experimental).
- Perros pasivos detectores de drogas. (Experimental).
Se imparten cursos de adiestramiento a personal de la Guardia Civil, Ejército y Policías nacionales y extranjeras previa autorización del Director General de la Guardia Civil.
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¿Quiénes son estos perros?
Cada año, 150 animales ingresan en la Escuela de Adiestramiento de la Guardia Civil [4]. Sólo los canes que cumplan una serie de habilidades se quedarán. El resto son inmediatamente desechados. Algunos de los requisitos que se buscan en estos animales es que sea valiente y no se asuste ante determinadas situaciones, plante cara a las amenazas de personas extrañas y sea sociable y juguetón. Los perros también deberán superar unas pruebas técnicas de aptitud, así como tener buena estética y una perfecta formación muscular y esquelética. Después, pasarán un periodo de prueba de un mes en la escuela de adiestramiento.
La mayoría de los perros se compran a criadores de toda Europa cuando tienen de uno a dos años de edad. Sólo algunos pocos proceden de donaciones particulares. Su precio medio ronda los 2.000 euros [5].
La raza que más abunda es el pastor alemán, “el perro con el que mejor se trabaja”, según dicen. Pero también hay pastores belgas, sabuesos, labradores, fox terriers, schnauzers, cockers spaniels, dálmatas…
En definitiva, distintas razas para diferentes operaciones. Para las labores de rescate, se utilizan los canes más fuertes y con mayor resistencia física, como el pastor alemán y el belga. En cambio, los animales más pequeños se usan porque son más discretos y “eficaces” para olisquear la posible presencia de drogas y artefactos en estaciones, aeropuertos y espacios abiertos.
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Proceso de adiestramiento
El entrenamiento consiste en convertirlos en auténticos obsesivos de la pelota o de morder el trapo. Los adiestradores presumen de hacerlo siempre a través de la motivación, con el refuerzo positivo, aunque esto no es real, porque si el perro hace algo mal no tiene recompensa, por lo que es castigado al no hacer lo que se le está pidiendo.
Tras cinco meses de intensa preparación los animales son enviados junto a sus guías a un destino donde desarrollarán su trabajo durante unos ocho años. Después, cuando ya han cumplido su ciclo útil, algunos volverán a la escuela de adiestramiento, los que tienen más suerte acaban en casa de los guías con los que han crecido.
Los entrenadores dicen que la vida de los perros policía es un juego constante. Si se le puede llamar así, es un juego al que ellas no han elegido jugar y en el que ponen en peligro sus vidas.
El perro de la seguridad privada
Son los perros que se venden o alquilan para empresas de seguridad privada o particulares. Actualmente existen una gran cantidad de empresas en el estado español que se dedican a adiestrar a estos perros que más adelante venderán o alquilarán a otras empresas para servicios de seguridad.
Estos perros se utilizan para la protección de grandes áreas como aeropuertos, estaciones de trenes, metro y autobuses, puertos navales, centros de logísticas y transportes, centros de congresos, urbanizaciones, polígonos industriales,etc. Además, se utilizan como acompañamiento a guardias de campo y personal de seguridad privada [6]
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Consecuencias
Es difícil encontrar información objetiva de cómo se adiestra y viven estas perras, tanto los de seguridad privada como en las Fuerzas del Estado.
Lo que sí está claro aunque no se hable claramente, es que estas perras son utilizadas como meros utensilios, armas o herramientas para buscar y olfatear.
Cuando no están trabajando están encerrados en sus jaulas y cuando son mayores y ya han cumplido su “misión”, a los 7 años de edad, si sus guías no les quieren son devueltos al centro de adiestramiento, donde podemos imaginar lo que hacen con ellos.
Aunque todas las adiestradoras dicen que el adiestramiento es a través del refuerzo positivo (falso como hemos explicado más arriba), en el mercado es fácil encontrar material de adiestramiento de este tipo; collares con púas, collares con descargas eléctricas, etc.
En definitiva, estos animales son obligados a trabajar como esclavos en contra de su naturaleza, por muy bien que se quiera decir que se les trata y se les cuida, son usados como objetos, sin tener en cuenta sus intereses y necesidades.