Los seres humanos explotamos a los demás animales de todas las formas posibles y para satisfacer todos los deseos y necesidades imaginables. Probablemente si pensamos en explotación lo primero que se nos venga a la cabeza sea la industria cárnica, quizás las industrias del huevo, de la leche, o incluso la peletera. Pero hay muchísimo más: los explotamos para entretenernos (tauromaquia, rodeos, carreras, caza y pesca deportiva…), para experimentar sobre ellos, para decorar nuestros cuerpos y nuestros hogares (pieles, lanas y plumas, seda, peceras, joyería…), como terapia, como compañía, como producto, etc. En esta sección intentaremos recopilar todas las formas de explotación animal existentes.