Normalmente la alimentación es una de las principales áreas que se nos vienen a la cabeza cuando hablamos de la explotación de los animales no humanos. Desgraciadamente, utilizamos a los animales no humanos para obtener todo tipo de alimentos, tanto de sus cadáveres (carne, pescado), sus secreciones (huevos, leche) o de su fuerza de trabajo (apicultura).