Dado que los perros que convierten en guías tienen que ser dóciles, aprovechan que las razas labrador retriever, golden retriver y pastor alemán tienen esta característica para usarlos. Estas razas también cuentan con buena capacidad de aprendizaje, así es más fácil su adiestramiento y sumisión.

Las hembras y machos que utilizan como reproductores tienen que tener entre 2 y 4 años de edad y un tamaño medio de entre 28 y 45 kilos además de tener el pedigrí acreditativo de pureza.

Ya que quieren conseguir un animal con unas características físicas y psíquicas concretas, lo que hacen es criarlos únicamente para ese fin. De este modo, manipulan su genética para encontrar el ejemplar que les valga.

En el caso de la hembra, el control se basa en el siguiente proceso: la detección de celo, la monta natural o inseminación artificial, el diagnóstico de gestación y el control de éste y del parto.

En el caso del macho se basa fundamentalmente en el análisis de la calidad de su esperma. En concreto, la FOPG (Fundación ONCE del perro guía) está llevando a cabo un programa de congelación de semen.

La selección se lleva a cabo fundamentalmente realizando pruebas de comportamiento, observando la conformación anatómica, y descartando la presencia de patologías congénitas y otras enfermedades.

Respecto a las pruebas de comportamiento, se busca que tengan alta capacidad de aprendizaje, sean disciplinadas, inteligentes y cariñosas. Se excluyen a las perras que presenten agresividad, miedo a ruidos, a personas extrañas y a aquellas que no sean del todo sociables.

En cuanto a la conformación anatómica, se pretende mantener el estándar de cada una de las razas anteriormente mencionadas en altura, peso, capa y aparato genital. Además, se necesita superar una serie de pruebas clínicas de cadera, codo y hombro; alergias, enfermedad congénita cardíaca, enfermedad oftalmológica y cualquier otro problema que le impida realizar su función de animal de trabajo durante el mayor tiempo posible.

En el caso de los machos, es esencial realizar una correcta selección de los sementales. Esta selección tiene lugar sobre el año de edad, y normalmente se hace una línea de cría: se suelen seleccionar descendientes de machos ya probados. Las pruebas de comportamiento, conformación anatómica y ausencia de patologías congénitas y otras enfermedades son las mismas que en el caso de la hembra de cría.

Toda esta búsqueda de perfección conlleva el rechazo a las perras que no salgan con las características que buscan, el futuro de estas perras es cuanto menos incierto.

Según una entrevista hecha a la FOPG «los reproductores» viven con familias de acogida y acuden al centro para la reproducción y los partos.

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