La Terapia Asistida con Animales (T.A.A.) [1] es una modalidad de tratamiento terapéutico en la que se utilizan animales no humanos previamente seleccionados según criterios tales como cualidades físicas, carácter, rendimiento, etc. Estos animales actúan como coagentes, enlaces entre la terapeuta y la paciente, u objetos que faciliten la intervención mediante la interacción que se produce entre animal no humano-humano. Los especialistas marcan los objetivos del tratamiento, la planificación de actividades y su posterior desarrollo. En estas actividades los animales son denominados como instrumentos terapéuticos.

La Actividad Asistida por Animales (A.A.A) [1] es otra modalidad de tratamiento en la que se incorpora al animal a encuentros o visitas sin tener necesidad de estar reguladas o de marcarse objetivos concretos. La terapeuta puede ser una persona no profesional o una voluntaria.

El uso de animales como instrumentos terapéuticos en estas terapias tiene como fin promover la salud y el bienestar de los seres humanos (funcionamiento físico, social, emocional y/o cognitivo). Se pueden realizar en distintos contextos y llevarse a cabo en grupo o de forma individual. Estas terapias son recomendadas como apoyo y/o complemento de las terapias convencionales, y están en auge actualmente.

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¿Qué pretenden conseguir la A.A.A y la T.A.A?

Como se cita anteriormente, estas terapias emplean animales para intentar mejorar la calidad de vida de los seres humanos desde los siguientes ámbitos [2]:

Físico: incrementar la motricidad (tanto fina como gruesa), el control y la autonomía motórica, la postura, estimular la producción de células T, endorfinas y hormonas, etc.

Emocional y cognitivo: aumentar la interacción verbal o no verbal, fomentar la autoestima, confianza y seguridad en sí mismos, reducir la ansiedad y el sentimiento de soledad, incrementar las posibles conductas autónomas, etc.

Educativo: mejorar el vocabulario, la memoria, aportar conocimiento de conceptos como tamaño, color, forma, etc.

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¿Quiénes demandan y a quién van dirigidas?

Destacamos los principales grupos beneficiarios de estas terapias aunque no son en absoluto las únicas en utilizar dichos tratamientos:

  • Centros para personas con diversidad funcional física, psíquica o sensorial, y personas con trastornos del desarrollo: para tratamientos e intervenciones en casos síndrome de Down, parálisis cerebral, esclerosis, espina bífida, Trastornos Generalizados del Desarrollo (como el autismo) o déficit visual. Aunque las principales intervenciones se realicen en los citados campos, cada vez se da más el uso de estas terapias para todo tipo de diversidad funcional.
  • Residencias de ancianos: para tratar casos de tristeza, soledad, Alzheimer, demencia senil, déficit visual y/o auditivo, entre otros.
  • Centros Educativos: para fomentar el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras y sociales a través de programas de cuidado y adiestramiento. [3]
  • Centros de Salud y Hospitales: para tratar casos de soledad, aislamiento y largas permanencias mediante el acompañamiento y así poder “olvidarse” de sus enfermedades y dolores [4]
  • Programas de cuidados paliativos en el hogar: para tratar casos de personas enfermas terminales o pacientes con SIDA evitando el aislamiento social y sirviendo como distracción de los problemas y el dolor. [4]

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Últimas tendencias donde se desarrollan Actividades o Terapias Asistidas con Animales
  • Salas de juicio: para facilitar la testificación de menores mediante un entrenamiento previo que provoque apoyo y confianza.
  • Centros Penitenciarios y Centros de Menores[5]: estas terapias se están incluyendo como método de rehabilitación de las internas a través de tareas de cuidado y/o adiestramientos de perros para su posterior adopción o para convertirse en perros de asistencia.
  • Visitas a domicilio para particulares y encuentros en el exterior: para formar a directivos, mandos intermedios, equipos de empresa o cualquier individuo o grupo que tenga unas necesidades especiales de compañía o asistencia.
  • Mujeres que sufren o han sufrido malos tratos[6]: las perras son utilizadas como un recurso para proteger a las mujeres de un posible ataque de los agresores.

Como se puede observar, en la evolución de estos procesos terapéuticos la tendencia a usar animales como recursos que proporcionen bienestar, mejoría y autosuficiencia a los humanos se está generalizando.

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Tipos de terapias

Tipos de terapias

  • Canoterapia. Consiste en utilizar perras (de terapia, residenciales y de servicio) para rehabilitar y beneficiar a personas con diversidad funcional física y/o sensorial, problemas cognitivos, personales y emocionales, y con trastornos generalizados del desarrollo (Autismo, Síndrome de Down, parálisis cerebral, personas invidentes, ancianas, drogodependientes, con baja autoestima, problemas de conducta, depresión, estrés, etc.). Aunque las razas que se usan con más frecuencia son el Labrador Retriever, el Golden Retriever y el Pastor Alemán, cualquier perro que tenga condiciones sumisas que permitan su control, actitudes afectuosas y lúdicas y buenas aptitudes para aprender de forma rápida y eficaz algunos trucos, puede ser empleado como recurso.
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  • Hipoterapia. Consiste en utilizar caballos para rehabilitar principalmente a personas con diversidad funcional física y motórica aprovechándose de los movimientos, impulsos rítmicos y calor corporal del caballo. También se emplean caballos para favorecer a personas con dificultades cognitivas, comunicativas y de la personalidad.  Cualquier caballo o yegua que reúna las condiciones específicas de movimiento y comportamiento que demanda una usuaria puede ser utilizado. Como última tendencia en el uso de caballos para terapia se encuentran los casos de empresas que mandan a su personal para establecer qué función desempeñarán mejor en la empresa en función de cómo se comporten o relacionen frente a los caballos (sumisos, autoritarias, dominantes, pasivos, etc.). Esto se conoce como Coaching con caballos.
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  • Delfinoterapia. Consiste en aprovechar las ondas y frecuencias de sonido que emiten los delfines para capturar presas y reconocer su entorno, mediante la interacción con humanas en zoológicos y acuarios. De esto se benefician personas con alteraciones del sistema nervioso, trastornos generalizados del desarrollo y diversidad funcional física, psíquica o emocionales. La especie que más se usa es la comúnmente conocida como “nariz de botella”.
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  • Terapia con gatos y gatas. Consiste en utilizar gatos para proporcionar a los humanos calma, sosiego, relajación, tranquilidad, etc. Son utilizados por personas con estrés, que son nerviosas, depresivas, con dolores y problemas psicológicos que necesitan relajarse. Se aprovechan de su reducido tamaño, su calor corporal, su pelo y de su ronroneo para conseguir el estado que necesitan. También se usan con personas con diversidad funcional o con trastornos del desarrollo. Cualquier gata que se muestre sociable ante varias personas, sea tranquila y muestre signos positivos con el contacto físico puede ser utilizada.
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  • Terapia con conejos. Consiste en utilizar conejos especialmente de las razas Rex, Mini Rex y Dutch fajados por personas con ansiedad, estrés, presión sanguínea alta, con sensación de soledad, depresión, etc. Los conejos de la raza Mini Rex tienen un pelo corto y sedoso por lo que al acariciarlos se obtienen sensaciones placenteras que proporcionan tranquilidad y ayudan a relajarse. Los conejos de la raza Rex y Dutch son utilizadas por su simpatía para mejorar la comunicación, distraerse de problemas y dolores, para propiciar situaciones de juego, etc. En general se escogen a estos animales porque provocan al tocarles ternura y relajación, además son fáciles de manejar y su cuidado no requiere grandes esfuerzos.
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  • Terapia con animales con los que convivimos. Cualquier animal con el que se conviva es beneficioso para realizar actividades terapéuticas que sean divertidas, lúdicas y que faciliten la comunicación, el cumplimiento de normas, el autocontrol, el respeto y la responsabilidad. En muchos centros educativos se utilizan estos animales con alumnas con Síndrome de Down y Autismo.
  • Los animales “de granja” como terapia. Esta terapia consiste en utilizar vacas, burros, ovejas, gallinas, cabras, cerdos, conejos, patos, etc., para controlar y/o superar temores, mejorar aspectos comunicativos, sociales y afectivos. Estos animales sienten miedo y quieren huir, son inofensivos y no saben defenderse, hay que “ganárselos”. Tranquilizar a un animal “de granja”, que se deje acariciar, dar de comer o trasladar hace que personas con timidez patológicas, inseguras, temerosas, retraídas, con mutismo o autismo se alivien, se sientan útiles o superen sus miedos y temores.
  • Terapia con pequeños animales salvajes. Consiste en utilizar monos, ardillas, leones cachorros, tortugas de tierra u osos pequeños, entre otros, con la misma finalidad y hacia los mismos destinatarios que las terapias con conejos.

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¿Por qué se utilizan los animales en los tratamientos terapéuticos?

Estas terapias se basan en que los animales no humanos no juzgan, aceptan a las personas tal y cómo son, no hay rechazo, mientras que los humanos tienden a alejarse de lo que les da miedo o de lo desconocido, o de situaciones en las que no saben cómo actuar frente a otras personas. Esto se debe a que generalmente los seres humanos tienden a rechazar a las personas que no cumplen los estándares impuestos por la sociedad, mientras que los animales no humanos no.

¿De dónde salen estos animales?

Existen varias posibilidades para adquirir animales que se puedan emplear en las A.A.A y T.A.A: de criaderos especializados en un tipo de animal con características concretas, razas específicas, etc. de protectoras de animales, de centros municipales de acogida animal y de zoológicos o reservas de animales [7].

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Entidades que desarrollan terapias con animales
  • Fundación Tiovivo (Cartagena, Murcia): organización sin ánimo de lucro de asistencia social dedicada a la hipoterapia para personas con diversidad funcional. Se financia a través de empresas, particulares e instituciones.
  • AETANA (Madrid y Zaragoza): Asociación Española de Terapias con Animales y Naturaleza sin ánimo de lucro que se dedica a la realización de terapias, cursos de formación, conferencias, talleres y congresos sobre canoterapia e hipoterapia.
  • Empresa CANEM (España y Portugal): se dedica a la asistencia, terapia y educación con perras mediante la colaboración con otras entidades a través de sus animales y de sus profesionales y de la formación de equipos multidisciplinares.
  • Asociación OROBAL: Asociación de Padres de Discapacitados (físicos y psíquicos) que colabora con el Delfinario del Acuario del Acualand Costa Adeje para la realización de la delfinoterapia. Se financia con medios públicos y privados.
  • Bayer Health Care, Salud Animal: a través de su departamento de Responsabilidad Social y Corporativa colabora con las Fundaciones BOCALÁN (dedicada a realizar terapias asistidas con animales como el uso de perras de asistencia y a su cría) y TERCALIA (recupera animales de centros municipales de acogida o “protectoras” para utilizarles en terapias asistidas con animales) mediante su financiación, patrocinio y divulgación
  • Fundación Affinitty: es una entidad creada y financiada por Affinity Petcare S.A. Tienen distintas líneas de actuación, pero en concreto nos encontramos con programas de Terapia y Educación Asistida por Animales de Compañía (TEAAC)
  • Proyecto HYDRA (Madrid): es un proyecto creado en el 2012, y su objetivo principal es el de crear un área de entrenamiento para que las perras sean utilizadas para actividades y terapias programadas, tanto en el espacio del proyecto como en el domicilio particular.
Consecuencias

Tanto en la Terapia Asistida con Animales, como en la Actividad Asistida con animales queda claro que los animales no humanos son utilizados como meros recursos y que sus intereses no son tenidos en cuenta. Estas terapias usan animales que se pueden domesticar, dominar y manipular en beneficio único y exclusivo de las humanas. El problema o dificultad es de la paciente y de la terapeuta o voluntaria que acepta tratarlo y trabajar con él. Sin embargo, estos animales no eligen trabajar en el tratamiento ni tampoco es su problema o responsabilidad.

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