Para entender mejor qué es la opresión y cómo funciona, nos serviremos del modelo trifactorial que desarrolló David Nibert. [1] Nibert afirma que podemos hablar de opresión de un grupo hacia otro cuando se cumplen estos tres puntos:
- La noción de explotación económica o competición, motivada por la diferenciación. La sociedad explotará o discriminará a un grupo percibido como diferente si obtiene beneficios económicos con ello. Para ello es necesario que el grupo dominante tenga poder suficiente sobre los “otros”.
- Debe haber desigualdad de poder. Uno de los grupos tendrá una fuerte capacidad para controlar el Estado (capitalista). La violencia y el poder propios del Estado permiten al grupo dominante ejercer la explotación citada en el primer factor, reforzando cualquier explotación que esté surgiendo.
- La manipulación ideológica (basada en el orden económico mencionado en los dos factores anteriores de la ecuación) contribuye a crear actitudes, creencias y prejuicios que, a su vez, potencian la explotación.
Es importante comprender que la opresión es el producto de un conjunto de prácticas y creencias arraigadas en las estructuras políticas, económicas y sociales, es decir, que va más allá de los simples prejuicios u opiniones individuales.
Fuentes