Las carreras de galgos consisten en hacer que estos animales no humanos recorran un circuito ovalado llamado canódromo persiguiendo una liebre artificial. Esta liebre, que corre por un carril electrificado, es imposible de alcanzar para estos perros y perras.

Cada perra tiene un número, lleva un bozal ligero y un atuendo con los colores distintivos de la persona que es su propietaria. Todos los perros salen al mismo tiempo de unos compartimentos independientes que se abren simultáneamente. En cuanto ven a la liebre, su instinto les impulsa a correr tras ella y empieza la carrera.

AngMoKio/Wikimedia Commons

A día de hoy, en el Estado español, sólo queda el Canódromo Meridiana en Barcelona y una pista nocturna en Humilladero, Málaga.

Los perros y perras obligados y obligadas a participar en carreras pasan la mayor parte del tiempo en jaulas y sólo se les permite salir para entrenar, competir o hacer sus necesidades. Además, regularmente se les droga, electrocuta, se les castiga con látigos, etc. [1]

Después de un tiempo de competir, normalmente entre 4 y 6 años, todos estos animales no humanos acaban completamente destrozados y estresados. Cuando llegan a este estado, y ya no sirven para generar dinero, son abandonados, sacrificados, o vendidos a bajo coste para experimentación médica. [2] Además, si un perro o perra no gana más de dos carreras seguidas, se le descarta. Santa Fe, una de las provincias de Argentina que más canódromos (ilegales) posee, tiene las calles de sus ciudades atestadas de galgos abandonados, con un estado de salud deplorable y con claras muestras de haber sufrido maltrato.

Durante el entrenamiento, se utilizan animales pequeños (como conejos) como presas para hacer correr a las perras y simular carreras. [3] Las presas quedan a la merced de los perros, a quienes se les permite atraparlas y destrozarlas. Los individuos que no sean propensos a matarlas son encerrados en pequeñas jaulas, privados de comida y acompañados de estos animales, haciendo que el hambre los lleve a comérselos. De esta forma, los entrenadores van modificando el carácter no agresivo de los perros y las perras.

Fuentes

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