Cada año se organizan en España entre 3.000 y 16.000 fiestas populares en las que se utilizan unos 60.000 animales. [1]

Tras el escudo de la fiesta y la tradición se agreden, lesionan y asesinan animales en nombre de la cultura durante todo el año y en todas las regiones del Estado español.Con el beneplácito de las autoridades religiosas y civiles, poblaciones enteras, infancia incluida, participan en fiestas donde la crueldad y la vejación son la norma.

Fuentes

Equinos
  • En Vilanova d’Alcolea (Castellón) en la fiesta de San Antonio se hace pasar a los caballos sobre el fuego de unas grandes hogueras. [2]
  • En Villanueva de la Vera (Cáceres) se celebra el festival del Peropalo, cuya tradición se centra en un burro forzado a desfilar entre las estrechas calles del pueblo, con un hombre encima y una muchedumbre ebria tirando tiros con pistolas de fogeo y tocando tambores junto al animal. El animal suele caer al suelo en numerosas ocasiones exhausto. [3]
  • Durante todo el verano tiene lugar en numerosos pueblos de Galicia la llamada “Rapa das Bestas”, tristemente declarada como fiesta de interés cultural internacional. En esta cruel actividad, cientos de caballos son encerrados en los ‘curros’ (recintos delimitados por vallas). Sin escapatoria alguna, los animales son asaltados por una enardecida multitud que, con gran agresividad, acorralan a los animales para trepar a ellos y cortarles la crines con unas tijeras con el único motivo de mostrar la dominación. Además,  se marca a los caballos con un hierro candente que se hunde sobre la piel de estos animales provocando terribles y dolorosas quemaduras. La más conocida es la “Rapa das bestas de Sabucedo”, en el Ayuntamiento de La Estrada, que dura tres días: el primer sábado, domingo y lunes del mes de julio. [4]
  • Festividad de la Virgen del Rocío: desde 2007, más de 200 caballos han muerto en esta romería, en la que se usan unos 2.000 cada año. [5] Las muertes de los équidos se producen tanto en el camino hacia la aldea de las hermandades como en el propio recinto romero. La afición acude en masa a la ermita del Rocío y para ello usa caballos y yeguas, ya sea como monturas o tirando de carros y carretas. Debido a la sed, al agotamiento y a las duras condiciones a las que son sometidos en su cruel peregrinación, atados al sol y recibiendo golpes para que sigan caminando a pesar de que su extenuación, los caballos fallecen y son abandonados en las cunetas del camino. En muchos casos los caballos muertos han sido alquilados previamente como si de coches se tratara.
  • En las ferias populares de verano proliferan los carruseles con ponis, atracciones infantiles que suponen un severo sufrimiento físico y psicológico para estos pequeños equinos, que son obligados a dar vueltas durante horas con gente encima suya, teniendo además que soportar la alta música, gritos y luces. Suelen desarrollar enfermedades en la espalda, trastornos y dolencias. En los últimos años han surgido peticiones impulsadas por particulares y denuncias de organizaciones protectoras han conseguido que muchos municipios españoles prohíban esa crueldad. [6]

Fuentes

Aves
  • Aves decapitadas: esta práctica consiste en decapitar gallos u otras aves, tales como palomas, patos u ocas. En la mayoría de casos, las aves se encuentran atadas y colgadas del revés en cuerdas en lo alto de las calles. Para decapitar y matar se utilizan caballos o yegüas, y encima un humano, y a gran velocidad los agarran del cuello con la mano, sin soltarse. El caballo continúa corriendo, con lo cual el cuello se desgarra y la cabeza se separa del cuerpo. Estas fiestas son populares en Extremadura y en localidades como Nalda (La Rioja). [7]
  • En Tordesillas, adolescentes con los ojos vendados juegan a “romper la olla”, pero no golpeando un pieza de cerámica, sino descuartizando a un gallo con una espada. [8]
  • Antzar eguna o el día del ganso: Esta celebración se lleva a cabo en Lekeitio, un pueblo costero vizcaíno. Más de una veintena de gansos se cuelgan de una cuerda boca abajo sobre el mar. Las cuadrillas de participantes saltan sobre los gansos desde las barcas y compiten por arrancarles el cuello. Antes la fiesta se hacía con los animales vivos, pero desde hace unos años los gansos se cuelgan ya muertos. [9]
  • En Carpio del Tajo (Toledo) hay una tradición en la que el rito ancestral consiste en colgar gansos de cuerdas en la plaza del pueblo y los mozos, montados a caballo, tienen que conseguir arrancarles la cabeza. Una vez arrancadas estas cabezas son quemadas y los participantes que han logrado su objetivo consiguen un trofeo. En los últimos años se han recogido firmas contra este festejo, pero todavía se sigue celebrando. [10]
  • Los “patos al agua” una fiesta que consiste  en soltar patos en el puerto y que la gente se lance al agua a capturarlos por todos los medios. En Sagunto (Valencia) han reinventado la tradición sustituyendo a los animales por pelotas y patitos de goma, y en 2018 se decidió realizar una suelta simbólica de ánades en el espacio natural del marjal de Almardà. A pesar de que la polémica parecía haber llegado a su fin, sigue sin haber un consenso respecto al futuro de esta celebración. [11]
  • Los gallos de Guarrate: los quintos del pueblo, en Zamora, montados a caballo y con una espada descuartizan a los gallos colgados en la plaza. Su celebración depende en gran medida de si en el año hay grupo de quintos. [12]
  • En Mallorca, en el pueblo de Pollença, en las fiestas de Sant Antoni, santo de los animales, se celebra el Pi de Ternelles donde se coloca un gallo en lo alto de un árbol por el que escalan jóvenes para alcanzarlo. Tras varios años de polémica en 2018 no se utilizó un gallo vivo y la fiesta se celebró con uno muerto, pero en 2020 volvió a aparecer el gallo vivo en los festejos. [13]

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Corderos y cerdos
  • Fiesta de Sant Joan Pelós, se celebra con una procesión y el bailes de las Àguiles, donde Sant Joan Pelós llevaba un corderillo en su zurrón. Desde 2018 se ha sustituido por la imagen de un cordero y ya no se utiliza un animal vivo. [14]
  • Fiesta del sacrificio: Es la Fiesta Mayor del Islam y se celebra en recuerdo del cordero que Abraham degolló como sacrificio a Dios, en lugar de su propio hijo. Se representa en el mundo musulman con un sacrificio animal. Esta festividad es conocida también como la Pascua Musulmana o Eid al-Adha y se celebra la comunidad musulmana de todo el mundo y en localidades españolas como Ceuta, Melilla o Algeciras con la ofrenda y sacrificio de una vaca o un cordero por el rito islámico, es decir, degollando al animal. [15]
  • Cerdo engrasado. Esta fiesta consistentes en la captura de un cerdo engrasado. Se unta en grasa al animal y se intenta atrapar por la fuerza. Es una situación de estrés y maltrato físico para el animal que está en esta situación contrario a su naturaleza. Se celebra en muchas localidades, pero cada es más frecuente los casos que lo prohiben como en Palazuelos de la Sierra en Burgos. [16]
  • Rifas de cerdos. Cada 17 de enero, en numerosas localidades españolas, coincidiendo con la festividad de San Antón, se procede a rifar animales entre la gente que previamente haya comprado billetes para la rifa. Mayoritariamente se rifan cerdos vivos. Actualmente son muchas las que están en el punto de mira del Observatorio Justicia y Defensa animal que ha iniciado una campaña para velar por el cumplimiento de la legalidad vigente en las celebraciones y fiestas populares en las que se usan animales. Por el momento ha presentado más de 60 denuncias contra la utilización ilegal de animales domésticos en rifas, una tradición muy arraigada en Aranda de Duero, y ya ha obtenido que las celebraciones se modifiquen en algunas localidades, como Almagro o Briviesca, e incluso ha conseguido que se incorporen sendos expedientes sancionadores por las rifas llevadas a cabo en La Bañeza (León) y Trigueros (Huelva). [17]

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Pequeños animales
  • El apedreamineto de Judas en Robledo de Chavela (Madrid). Consiste en poner un muñeco que representa a Judas y apedrearlo, alrededor suyo ponen cántaros y se metían animales, como ardillas, gatos o palomas. En la actualidad se ha conseguido cambiar la costumbre por caramelos y confeti. [18]
  •  Fiestas de Moros y Cristianos y en concreto en el acto conocido como ‘medició dels espies’, hámsters y otros pequeños roedores son encerrados en una vasija de barro que es violentamente golpeada contra el suelo. Una vez rota la vasija, los animales, asustados o malheridos por el golpe, son apresados por la gente. [19]
  • Batalla de ratas: Esta fiesta de El Puig, en Valencia, consiste en lanzarse ratas medio muertas entre la gente del pueblo, con alta participación de menores de edad. Si los animales no mueren con la caída, los persiguen hasta la muerte. Aunque la fiesta está oficialmente prohibida, se sigue celebrando. [20]
  • Luns borralleiro: Se trata de una fiesta ancestral en Laza, Ourense, donde se lanzan trapos con  hormigas rociadas con vinagre y harina. [21]

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Tradiciones que han dejado de serlo

Por suerte, algunas de estas tradiciones van cambiando y son ya algunas las que han pasado a la historia o han cambiado su forma de celebrarse.

  • La cabra desde el campanario: desde el año 2000, el pueblo de Manganeses de la Polvorosa (Zamora) ya no arroja una cabra desde el campanario de su iglesia. Al menos de carne y hueso. Ahora lanzan una de cartón piedra. Es un ejemplo de cómo la presión social y mediática puede acabar con tradiciones salvajes. [22]
  • La pava de Cazalilla: desde el siglo XIX en esta localidad de Jaén se tiraba una pava desde el campanario de la Iglesia. La tradición auguraba buena suerte para quien la atrapaba, lo que pocas veces ocurría. El Ayuntamiento ha sido sancionado por permitirlo y la fiesta ha dejado de celebrarse de forma tradicional buscando nuevas alternativas sin animal. [23]
  • Peleas de carneros o el ahari topeka en Iurreta (Vizcaya): a partir de 2007 las peleas han sido canceladas y sustituidas por otras fiestas populares en la zona, como la sokatira. [24]

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